En las últimas semanas, el tiempo en Roma sufre de ciclotimia. La lluvia y el frío dejan sitio a días soleados y cálidos, anunciando la personalidad que vencerá en los próximos meses.
Yo paseo con un paraguas de inquilino en la mochila.
Las farolas aún no se han quitado la bufanda.
Instalación artística de Magda Sayeg.
May 23, 2010 at 10:33 am
Hola Piesitos. Es fantástico que te conviertas en nuestra enviada especial en Roma y nos cuentes de la poesía, la nostalgia, la indiferencia o el horror de lo que allí sucede, sin que los telediarios hablen de ello.
Con respecto al abufandamiento del mobiliario público fálico, no sé qué pensar. ¿Una frivolidad, preciosa eso sí? ¿Un acto de rebelión feminista que indica la debilidad de los hombres? ¿La necesidad de proteger lo público?
Bueno, cada uno lo ve como puede.
Gracias por la crónica.
May 23, 2010 at 18:33 pm
¡Hola, NáN!
Yo hago de reportera encantada, siempre sentí admiración por la rana gustavo :)
Leyendo lo que dice su autora en su web, la intervención artística de “abufandamiento” se entiende como una respuesta a la deshumanización del entorno urbano.
“By inserting handmade art in a landscape of concrete and steel, she adds a human quality that otherwise rarely exists”.
Un beso.
Fdo.: piesitos
May 25, 2010 at 9:58 am
¡Qué sabrá la autora! Balzac, por ejemplo, no sabía que estaba escribiendo la historia de la burguesía hasta que se lo dijo Marx.
May 25, 2010 at 17:12 pm
jajaja!
May 27, 2010 at 0:57 am
yo no le dije
May 27, 2010 at 19:19 pm
No se nos ofenda, señor marx!
Pd.: saludos a sus hermanos Harpo y Chico (y al cuarto también, claro).
:p
May 28, 2010 at 12:23 pm
¡Qué bueno y gracioso! Los comentario anteriores también :p
May 30, 2010 at 19:42 pm
:) grazie, torita!
un beso grande.