Esta es una de las joyas del Museo: una escultura de un púgil en reposo, con las marcas de la pelea en su piel de bronze.
Muchas cabezas con peinados y tocados maravillosos.
La preciosa Teti pensativa y un acróbata en una postura imposible.
Y, por último, el paraíso en cuatro paredes, la Villa di Livia a Prima Porta.
Como dice la canción de Gino Paoli “… questa stanza non ha più pareti, ma alberi, alberi infiniti…”
¿No sería maravilloso tener un dragoncito como mascota?
Mi último vídeo es el proceso de dibujo de un relieve del Templo de Atenea en Aso.
El picapinos terminó su casa con la llegada del otoño, había pasado todo el verano tamborileando aquel tronco mientras el sol picaba sus alas.
El día de la inauguración acudieron todos sus vecinos del bosque, algunos todavía molestos por las siestas que no habían dormido al toc toc de su pico.
Ahí están todos, asomados a las ventanas, menos el picapinos, que fue quien tomó la foto.
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Este globato, o globo-gato está volando sobre mi tienda.
Todas estas cositas también las podéis encontrar aquí: Society6 Teconlene.
Los duendes tienen poderes, como todo el mundo sabe, pero algo que no es tan conocido es que los erizos también.
Me contaron que un duendecillo necesitaba de un extra de magia para poder hacer sus conjuros y pensé que si enviaba un erizo en su búsqueda, entre los dos seguramente podrían con todo. Para que el erizo no viajase solo (les encanta hablar y se ponen muy nerviosos si no hay quien les escuche) convencí a un perro, un gato y un pájaro para que lo acompañasen en su aventura. Y es así como este grupo de valientes ha emprendido el camino hacia un mundo de color turquesa, donde viven los duendes y su magia.
Sentada en esta silla turquesa está la mamá del duende, que está haciendo una preciosa labor de concienciación de donación de médula. Su duende ha tenido mucha suerte y ha encontrado muchos erizos por el camino, pero otros todavía necesitan de vuestra magia.
Si queréis que el erizo, el perro, el gato y el pájaro vayan a veros, podéis participar en este sorteo respondiendo unas sencillas preguntas.
¡Hay muchos otros premios!
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Debe de ser la temporada.
Desde que crecieron en mi buzón estas preciosas granadas de la cosecha de Caridad, no he dejado de tropezarme con ese fruto.
La grafiosis es una enfermedad que afecta a los olmos. A mí me ha estado rondando estos últimos meses y los jardineros han querido sacar unas fotos de mis anillos. En la última imagen descubrieron que todo estaba tranquilo: vieron un gatito dormido y unas flores.
Para el 2014 me pido estar bien regada y cuidada como el olmo del botánico, que este año ha cumplido 110 anillos.
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Podría imaginarme viviendo en una casita de jengibre como la de Hansel y Gretel, pero sin bruja y con ardilla.
Mi amiga Pilar, alimentando mis sueños, me lo ha puesto más fácil convirtiéndome en una preciosa galleta de cuento y regalándome como compañeros de aventura un gato, un pájaro y otros personajes de jengibre.
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Hoy celebro un año más con un deseo de viajes dentro de viajes dentro de viajes… donde crezcan muchas flores.
Si queréis ampliar la familia con unos ositos que os prometo que no ocupan mucho espacio, podéis visitar el blog de Carmen (milowcostblog) y leer las instrucciones para participar. ¡Hay otros muchos premios!
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