Doce fotos para doce meses:
Doce fotos para doce meses:
En Florencia vive Moby Dick.
Sí, has leído bien: en Florencia vive Moby Dick y lo que contaré ahora explica esta curiosa afirmación.
Hace muchos años Herman Melville pasó una temporada en esta ciudad. Se alojó en lo que entonces era un bellísimo palazzo trasformado en hotel. El Palazzo Bartolini-Salimbeni había pertenecido a una familia de nobles que hicieron grabar en sus ventanas la enigmática frase “per non dormire“. Hay varias teorías acerca del sentido de esta frase, quizá sea el principio del origen de su riqueza, o bien el anhelo de no ser olvidados si interpretamos “dormire” como pasar al olvido…., no se sabe, pero seguramente estas tres palabras inspiraron a Melville cuando escribió:
La vejez siempre es insomne, como si al alargarse el lazo que lo une a la vida, el hombre quisiera alejarse de todo lo que se parece a la muerte. Entre los capitanes de navíos, los ancianos de barba gris suelen dejar sus literas para visitar los puentes envueltos en la noche.
Como el capitán Ahab, fuimos a visitar los puentes y dimos con uno muy viejo, tan viejo como la ballena blanca.
Pero era pronto y per non dormire seguimos el cauce del Arno. Allí, más adelante, surgió por un segundo el lomo de Moby Dick.
Cuando quisimos inmortalizarla ya se había sumergido de nuevo, y en nuestra fotografía solo se distingue el leve reflejo de su pálida piel.
En Florencia vive Moby Dick y Melville lo sabía, pero hizo que su capitán Ahab diese alguna vuelta por los mares porque si no, la gran novela habría sido un cuento breve.
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Cuando hace dos meses nos mudamos a Perugia supe que mi cámara se iba a llenar de cielos.
Algunos días estuvimos más cerca de las nubes que de la tierra.
Otras veces fuimos espectadores de complicados efectos teatrales.
Hubo días de luz nítida y cielos borrosos.
Pero, poco a poco, il cielo è sempre più blu!
Mientras escribo escucho esta canción de Rino Gaetano:
En unos días dejamos esta ciudad, ¡echaré de menos estos cielos!
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El día del trabajo no trabajé.
Al salir a la calle nos encontramos con una manifestación de globos que estiraba aún más hacia el cielo a esta ciudad ya pura cuesta.
Después vinieron paseos por lugares callados.
Bocadillos bajo un techo de glicinias.
Escaleras arriba…
y escaleras abajo.
Descubrimos un pequeño oasis de casas art-nouveau.
Pillamos in fraganti a unas palomas haciendo palomitas :)
Y volvimos a casa caminando por un acueduto por donde hace ocho siglos corría el agua.
Un primo maggio perfecto.
Cada año sale en el telediario la noticia de una plaga de medusas invadiendo tal costa.
Este año, hartas de tanto protagonismo, las medusas han decidido dejar la playa y veranear en la ciudad.
Claro está, estas son medusas primaverales.
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Hoy la sonrisa etrusca es un poco más pequeña.
Adiós, José Luis Sampedro.
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Enero ha traído viajes en tren con paisajes blancos de granizo.
Niebla que iluminaba las montañas desde abajo.
Nieve subrayando el horizonte.
Hebras de nubes que tocaban el suelo.
Pero también atardeceres soleados.
Granizo, niebla, nieve, lluvia, nubes y sol son las hojas coloreadas de mi calendario arbóreo del 2013.
Me esperan muchas hojas de colores para los próximos meses.
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Si tuviera que comprar lápices, iría a esta papelería.
Para los productos de limpieza, entraría en la Drogheria dalla pioggia.
Mis zapatos viejos los llevaría a este zapatero.
El pescado del domingo saldría de esta pescadería.
Y si necesitase un abogado, sin duda acudiría aquí.
¡Atticus Finch vive ahora en Italia!
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De la lámpara de Aladino surgieron estos paisajes maravillosos…
Vino a saludarnos el perrito de las meninas (y posó para nosotros).
Paseamos por un castillo de príncipes modestos.
¡Atención! Un rayo cayó en este lugar.
Vimos la casa de Blancanieves y los siete enanitos.
Y al caer la noche el genio de la lámpara nos agasajó con apetitosos manjares.
Ábrete sésamo, y apareció una cueva llena de destellos de lugares mágicos. Dos cumples con dos paisajes de cuento.
El primero comenzó con el bostezo del Vesubio, aunque es más apropiado Vesuvio en italiano, con dos uves como bocas que se asoman al centro de la tierra.
Vimos la casa donde vive el sol…
…y duerme la luna.
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Comimos una extraña galleta…
…que convirtió nuestro entorno en miniatura.
Y finalmente lo celebramos con una curiosa tarta de cumpleaños.
Pero se hizo de día y Sherezade calló discretamente…
Mañana la segunda parte. :)
Algunas imágenes de los primeros días de Agosto.
El otoño de hace un año vestía estos colores.
Durante nuestro viaje por Abruzzo descubrimos que hay montañas que reposan sobre arcos.
En Sulmona las calabazas se reúnen y organizan excursiones.
Un gato dormitaba sobre una cinquecento.
Y las señales de tráfico son muy nutritivas.
Creíamos estar solos en la carretera…
… hasta que nos cruzamos con caballos, vacas, un zorro y un ciervo.
(aunque también con una procesión).
Aquel viaje quedó tras una puerta llena de llaves.
Pero por suerte tengo una copia :)
Prohibido prohibir.
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Des étranges interdictions VI
Interdiction d’interdire.
Otro día descubriendo tesoros.
(me gusta sentirme Indiana Jones)
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