Los duendes tienen poderes, como todo el mundo sabe, pero algo que no es tan conocido es que los erizos también.
Me contaron que un duendecillo necesitaba de un extra de magia para poder hacer sus conjuros y pensé que si enviaba un erizo en su búsqueda, entre los dos seguramente podrían con todo. Para que el erizo no viajase solo (les encanta hablar y se ponen muy nerviosos si no hay quien les escuche) convencí a un perro, un gato y un pájaro para que lo acompañasen en su aventura. Y es así como este grupo de valientes ha emprendido el camino hacia un mundo de color turquesa, donde viven los duendes y su magia.
Sentada en esta silla turquesa está la mamá del duende, que está haciendo una preciosa labor de concienciación de donación de médula. Su duende ha tenido mucha suerte y ha encontrado muchos erizos por el camino, pero otros todavía necesitan de vuestra magia.
Si queréis que el erizo, el perro, el gato y el pájaro vayan a veros, podéis participar en este sorteo respondiendo unas sencillas preguntas.
¡Hay muchos otros premios!
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Si queréis ampliar la familia con unos ositos que os prometo que no ocupan mucho espacio, podéis visitar el blog de Carmen (milowcostblog) y leer las instrucciones para participar. ¡Hay otros muchos premios!
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Mi cartera ha sido durante los últimos cinco años el País de los Sueños y en ella el pequeño Nemo ha compartido sus aventuras con carnés de bibliotecas, tarjetas de restaurantes, fotos de fotomatón de personas que nunca he conocido, tickets de momentos especiales y algún billete.
Con mi nueva cartera dejo dormir al pequeño Nemo y traslado mis recuerdos a las calles de un París en miniatura, o París de los Sueños.
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Una ilustración en proceso.
Tinta, lápiz, plumilla y pincel.
Unos broches que se van a Rotterdam.
Un pequeño jardín en una vieja bandeja de monedas.
A little garden on an old coin tray.
Cómo nace un broche, – tutorial en imágenes -.
How a brooch is born, – tutorial in images -.
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Aunque me da mucha rabia que pongan las luces de navidad cuando todavía estamos en noviembre, no he podido evitar hacer un ensayo navideño con unas decoraciones y unos dulces napolitanos que se llaman mostaccioli.
Están riquísimos y huelen a navidad.
Feliz no-navidad.
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Even if I don’t like to see the Christmas lights when we are still in November, I couldn’t help making a little Christmas appetizer with some decorations and some traditional Neapolitan sweets called mostaccioli.
They are delicious and smell of Christmas.
Happy un-Christmas!
El 2011 tiene 11 meses y empieza en febrero.
Si pudiera elegir, mi año tendría varios octubres y varios noviembres. Septiembre sería un mes de unas horas y el día de Reyes duraría una noche de tres días y un día de 6 mañanas. Los días, según se fueran sucediendo, podrían estirarse o encogerse como acordeones y siempre existirían atajos de oca a oca y tiro porque me toca.
El 2010 me trajo una agenda poblada de bichitos que me entretuvieron los días y organizaron las cosas. Pero para el 2011 no he encontrado ningún tablero de juego con casillas para rellenar con mis fechas. ¿Qué hacer? ¡Fabricarlo! Cuaderno, tinta y sellos.
Así que me puse manos a la obra… ayer.
Y por eso este año es de 11 meses. Enero ha cedido su puesto a febrero y sus 28 días son los que encabezan mi agenda.
Mi año tiene cubierta de mapa.
Iré saltando de casilla en casilla como quien gira esquinas de una nueva ciudad, buscando la sorpresa. Y cuando me canse, de puente a puente y tiro porque me lleva la corriente.
18 gatos, 6 pájaros y 6 osos se han ido a ver París.
Yo estoy planeando seguirlos en su viaje (con suerte en abril y si no más tarde) y quizá los encuentre acurrucados en el marais, revoloteando sobre tejados de regaliz, o adormilados sur les bancs publics.
Es la primera colonia que migra hacia la tierra de los cruasanes.
¡Felicidades!
:)
Desde que estoy en Roma he comenzado a tejer una colcha. Va creciendo lentamente al tiempo que yo voy cosiendo mis hilos con esta ciudad.
Ya han nacido unas cuantas estrellas, pero todavía faltan muchos nudos para que me cobije bajo este cielo de algodón.
Por fin han venido a visitarme, los bichitos han llegado en un curioso medio de trasporte…
SORTEO
Quien quiera acoger a este bichito que está a punto de nacer, que escriba un comentario en este post.
Tenéis hasta el 21 de diciembre 2009, a las 23.59 h.
El 22 haré el sorteo y pondré el ganador.
¡SUERTE!
:)
Si ayer recibí un paquete, también envié otro.
Un pequeño rinoceronte de encargo (“something to hang as a Christmas tree ornament“)… ¡¿to hang?!
Con un poco de aprensión le puse esa arandela en el lomo, haciéndome a la idea de que no era más que un piercing indoloro y convenciendo al rinoceronte de que iba a estar muy guapo con su cinta a la espalda, balanceándose entre olor a canela y abeto.
De todo lo que le dije antes de cerrar su maletita, lo que más le reconfortó fue saber que desde las ramas tendría un puesto privilegiado para observar las caras de aquellos que abrirían sus regalos.
Y creo que se quedó contento.
Siempre son difíciles las despedidas…
… por suerte a él aún le queda su bienvenida.
Después de dos años sin apenas interrupción, creo que va siendo hora de cortar momentaneamente el hilo del blog…
para introducir un poco de publicidad.
;)
He abierto una tienda virtual para mis figuritas.
Estos bichitos nacen dentro de pequeños huevos de colores.
Si queréis echarle un ojo: mamàu
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