En Florencia vive Moby Dick.
Sí, has leído bien: en Florencia vive Moby Dick y lo que contaré ahora explica esta curiosa afirmación.

Per non dormire

Hace muchos años Herman Melville pasó una temporada en esta ciudad. Se alojó en lo que entonces era un bellísimo palazzo trasformado en hotel. El Palazzo Bartolini-Salimbeni había pertenecido a una familia de nobles que hicieron grabar en sus ventanas la enigmática frase “per non dormire“. Hay varias teorías acerca del sentido de esta frase, quizá sea el principio del origen de su riqueza, o bien el anhelo de no ser olvidados si interpretamos “dormire” como pasar al olvido…., no se sabe, pero seguramente estas tres palabras inspiraron a Melville cuando escribió:

La vejez siempre es insomne, como si al alargarse el lazo que lo une a la vida, el hombre quisiera alejarse de todo lo que se parece a la muerte. Entre los capitanes de navíos, los ancianos de barba gris suelen dejar sus literas para visitar los puentes envueltos en la noche.

Como el capitán Ahab, fuimos a visitar los puentes y dimos con uno muy viejo, tan viejo como la ballena blanca.

Ponte Vecchio - Firenze

Pero era pronto y per non dormire seguimos el cauce del Arno. Allí, más adelante, surgió por un segundo el lomo de Moby Dick.
Cuando quisimos inmortalizarla ya se había sumergido de nuevo, y en nuestra fotografía solo se distingue el leve reflejo de su pálida piel.

Arno - Firenze

En Florencia vive Moby Dick y Melville lo sabía, pero hizo que su capitán Ahab diese alguna vuelta por los mares porque si no, la gran novela habría sido un cuento breve.